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A second relevant spatial contrast is the uneven ratio of the population living in rural municipalities to those living in urban municipalities. The threshold used for setting the difference between rural and urban municipalities is the one set out in the Rural Development Act from 2007 which considers rural municipalities to be those with less than 5,000 inhabitants (see the map on Rural population). There are 5,690,617 inhabitants living in 6,837 rural municipalities across the country. This means 12% of the total population and 84% of the total amount of municipalities. The spatial contrast is, however, in this case not as intense as in the spatial distribution of the population described before. It may be observed that there is less rural population in the hinterland than along the coast in absolute terms. Nevertheless, in relative terms, the percentage of rural population in relation to the total population of each province is higher in the hinterland than along the coast. Galicia stands out for its uniqueness in registering high figures in both absolute and relative terms. It shall be borne in mind, however, that the criterion used for considering the population rural or urban is merely quantitative or statistical, not qualitative or functional. Therefore, some municipalities have been considered rural even though most of the inhabitants may be in fact related to the industry or the service sector. This is the case in many municipalities in tourist areas and in peri-urban regions.

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Besides, the maps showing the Population living in scattered villages (by province and by municipality), i.e. villages different to the capital town of the municipality, reveal a sharp contrast between the periphery [especially Galicia, western Asturias, the Basque Country (Euskadi/País Vasco), northwestern Navarre (Navarra), the district called Maestrazgo/Maestrat between the regions of Aragón and Valencia, as well as a long strip that goes from Alicante/Alacant to Cádiz], where more people live in scattered villages, and the Spanish hinterland, where lower figures are shown on both maps since more people live in the capital town of the municipality. In short, population distribution is more scattered along the coast, whether for geographical, historical or functional reasons. In the hinterland, by contrast, a greater concentration in terms of human settlements may be observed, yet certain differences shall be pointed out, i.e. human settlements are closer to each other although smaller in size in the Northern Plateau, whereas a smaller number of settlements that are more distant from each other and which have municipalities larger in size may be observed in the Southern Plateau.

Certain features of population distribution and human concentration have been described so far. Three further aspects are analysed in the following paragraphs, i.e. age structure, levels of household overcrowding and healthy life years.

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</li></ul></div>{{ANEAutoria|Autores=José Sancho Comíns y María Zúñiga Antón}}

Hay dos grandes limitaciones en los datos mostrados. La primera es que se basa en datos declarados por el usuario que pueden condicionar un sesgo de información. La segunda, que no son datos ajustados por edad y sexo, por lo que las diferencias mostradas en prevalencia pueden explicarse por una estructura de población diferente. La EPOC es una enfermedad asociada a la edad y las comunidades autónomas de mayor prevalencia son todas ellas comunidades con un peso significativo de la población envejecida.}}

En los datos mostrados destacan dos hechos: por un lado, las prevalencias declaradas están entre valores del 20-25% en prácticamente todas las comunidades autónomas, siendo Illes Balears la excepción con valores entorno al 10% (la ciudad autónoma de Melilla tiene otra lectura); por otro lado, la semejanza de valores entre hombres y mujeres salvo en los casos de la Comunidad Foral de Navarra y la ciudad autónoma de Melilla. Sin embargo, la interpretación de los datos presenta las mismas limitaciones comentadas en el caso de la EPOC.

Aunque este factor de riesgo está asociado a una mayor severidad, según diferentes estudios su peso no parece ser tan alto como la EPOC, las enfermedades cardiovasculares o la diabetes. No obstante, su alta prevalencia en la población supone un amplio margen de mejora para el sistema sanitario.}}

El riesgo aumentado de estos pacientes se ha atribuido a un nivel mayor de citoquinas pro-inflamatorias (agravarían los procesos de hiperinflamación) y a su alteración basal de los volúmenes respiratorios por factores mecánicos.

En este caso, el sesgo de información se reduce –no se elimina-, ya que se concreta en la metodología de la encuesta un valor para considerar o no la obesidad. Sin embargo, sin el ajuste por edad y sexo es imposible establecer un patrón geográfico que implique diferencias con valor estadístico.}}

Al igual que la obesidad, la prevalencia de diabetes declarada muestra diferencias geográficas importantes con comunidades con prevalencias entorno al 5% (Illes Balears, La Rioja o Cantabria) y otras en torno al 10% (Galicia y Extremadura). La diferencia entre hombres y mujeres puede ser importante (véase el País Vasco).

La diabetes tipo II es fundamentalmente una patología crónica asociada a la edad que podría subyacer a diferencias en la mortalidad o letalidad por COVID entre comunidades autónomas. No obstante, como ya se ha mencionado en el comentario de otras variables, no se puede inferir nada al tratarse de unos datos sin ajustar y condicionados a posibles sesgos de información.}}

Hay dos patrones claros: uno geográfico y otro por sexo. Castilla y León y la Comunitat Valenciana muestran una prevalencia muy alta, esta última de más del 14%; en un nivel intermedio se sitúan las comunidades con prevalencias intermedias, en torno al 12%; y las comunidades con prevalencias más bajas, están en torno al 8%. Lectura independiente merece los datos de prevalencia de Extremadura y Castilla-La Mancha con prevalencias que son inferiores en un 30% a las que ostentan las comunidades con mayor prevalencia.